Antes de nacer nacieron las vidas
de aquellos mercaderes de pasajes
a un mundo que es mejor, dicen las tripas
vacías de tu abundante linaje.
Te doy todo y me hipotecas un sueño,
pensó cuando la luna sonreía
y el mar le arrastraba por los restos
a un incierto desdén que amanecía
en Cádiz, en Las Palmas o en el fondo
de un oscuro silencio de salitre
donde no llegarán nunca sollozos.
Ahí está Europa la Grandiosa,
prepárate a curar tus cicatrices
con el cielo del Magreb en tu boca.
sábado, 28 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario