Ayer por la noche terminé de leerme "Historia de una maestra" de Josefina Aldecoa. Un amigo, Mariano Gil (cantante de Tako), me comentaba en cierta ocasión que en un directo lo importante es empezar y terminar la canción bien que lo de en medio casi nadie lo apreciaba. Cierto es que lo decía con ironía pero dicha afirmación encerraba parte de una verdad muchas veces comprobada por los músicos. En una novela en cambio no sucede lo mismo y si empiezas y acabas muy bien, pero lo de en medio no esté a la altura corres el riesgo de aburrir al lector. Esto es un poco lo que le ocurre a esta novela. Aburrir no aburre pero no aporta nada nuevo. Es una novela de entretenimiento cuyos mayores logros son tener un prometedor comienzo y un final que consigue dejarte con los sentimientos a flor de piel.
Hay algunos pasajes que la autora los sujeta con alfileres y otros por los que directamente decide no pasar.
A mí me ha entretenido, pero sólo eso. Lástima que un tema con tanta miga como es el de los maestros durante la II República y su posterior persecución haya quedado tan poco plasmado. De todas formas si os apetece pasar un buen rato leyendo sin excesivas pretensiones, esta puede ser una novela mejor que muchas otras.
miércoles, 25 de febrero de 2009
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